LA MAROMA NEVADA (Ruta montañera del sábado 13-12-2008)

¡La maroma nevada! ¡Qué maravilla! ¡Es única!

Ayer sábado aprovechamos tal acontecimiento.

Tajo Sol.

Salimos los componentes del grupo: Pepe, Antonio, Paco y Javier. Además de otros amigos y amigas: Pepe Burgos, Toñi, Viky, Fernando, Alejandro, Jose y Beatriz. Quedamos a las 7:30 en el aparcamiento del Hospital de Vélez-Málaga y después de esperar un ratito, salimos en dirección Ventas de Zafarraya, donde recogimos a otro compañero con sus hijos. Llegamos al restaurante de los Caños de la Alcaicería y desayunamos vigorosamente.

Desde aquí cogimos el carril sin asfaltar, de tierra, en dirección al Robledad (4 kms.), donde aparcamos y comenzamos la ruta sobre las 9:30 h.

Al comienzo de la ruta, el día era formidable: despejado, sin viento, buena temperatura (algo fresquita, lógico) y varios pequeños grupos dispuestos a coronar nuestra montaña emblemática.

La vista de la cara Norte de la Sierra Tejeda era sugestiva, toda coronada de nieve y la pista como siempre engalanada con tonos rojos, ocres, verdes, ... típico paisaje de final de otoño. Pero más que palabras, vamos a enseñaros la ruta a través de imágenes, ya sabéis: vale más una imagen que mil palabras. Y esto para los amigos de la montaña es una verdad como una ....

Once montañeros aguerridos desafiando la previsión meteorológica de un 90 % de probabilidades de lluvia en la zona para pisar la cima de nuestra más alta y querida montaña.

Jose, Vicky, Toñi, Fernando, Alejandro, Pepe
Martín, Paco, Javier, Antonio, Pepe Burgos y la bella Beatriz.


El inicio de la ruta es un precioso paseo botánico: pino resinero y carrasco, encina, rebollo o roble melojo (Quercus pyrenaica), cedro del Atlas (Cedrus atlantica), arce (Acer granatensis), quejigo o roble andaluz (Quercus canariensis), Douglasia o abeto de Douglas (Pseudotsuga menziesii)...







Alfombra otoñal de hojas de roble melojo. Tienen un tacto aterciopelado y son preciosas.

Tras una hora de marcha tranquila,
contemplando el magnífico paisaje
nevado contrastando con los verdes
bosques de pinos, llegamos al "Contaero",
paso estrecho entre rocas por el que
pasamos de uno en uno.

Nos detenemos poco después, tras una empinada, aunque corta pendiente que parece no tener fin, en una llanura llamada Collado de Rojas. Tomamos unos frutos secos y apenas bebemos porque no tenemos sensación de sed debido al frío y a la humedad del ambiente.

Desde aquí podemos observar Sierra Nevada completamente blanca, los cerros Albucaz y Malascamas al este, Tajo Sol al sur y Cerro Palomica a nuestra derecha, al oeste.





Continuamos el ascenso hacia el Salto del Caballo atravesando un hermoso pinar. Encontramos los primeros tejos (Taxus baccata) nevados. El tejo es un árbol milenario conocido ya por los antiguos celtas. Todas sus partes son tóxicas, a excepción del arilo o parte carnosa que envuelve la semilla. Su madera, elástica y resistente, se empleaba para hacer arcos y ballestas. De él se extrae el taxol que posee propiedades beneficiosas para el tratamiento del cáncer de mama. El árbol tiene un color verde intenso y un tronco muy ramificado.

En esta zona nos detenemos especialmente para realizar fotografías que difícilmente puede creerse que estén realizadas en nuestra Sierra Tejeda. Ahí va una muestra:








Tejo nevado.












Cascada helada en Salto del Caballo.














Una maravillosa cortina de hielo.
















El gélido asiento.












Sin comentarios...

Llegamos al Puerto de las Loberas y nos dirigimos hacia el Tajo Volaero. En él hay una formación rocosa que bautizamos hace muchos años como "la Cabeza de Tortuga" porque es eso lo que parece si la miramos desde el oeste.






"Cabeza de Tortuga".

Tras cuatro horas y veinte minutos llegamos a la cumbre de la Maroma. Miramos la temperatura en nuestros relojes y nos encontramos a -2ºC, con un viento raseado, un frío intenso y una copiosa nevada que hacen que no nos detengamos a tomar nada.


Nos hacemos pocas fotografías porque es una verdadera locura sacar la mano del guante de gore-tex mucho tiempo y, sin pensarlo dos veces, regresamos por la vereda del Tajo Sol directamente hacia el Salto del Caballo.






Cumbre de la Maroma.

En la cumbre, a -2ºC.

Nevando.

Después de 3 horas de descenso y habiéndose convertido los copos de nieve en gotas de lluvia que nos han puesto chorreando, finalizamos la ruta junto al Cortijo del Robledal Alto, donde dejamos los coches esta mañana.

Vamos al Restaurante La Alcaicería a secarnos un poco al calor de la majestuosa chimenea que posee y damos buena cuenta de unas cuantas raciones de lomo, queso, jamón y revuelto de setas.

Secándonos en la gran chimenea.

Ha sido una buena ruta con mucho de aventura: niebla, placas de hielo muy peligrosas de pasar, nevada y lluvia intensas, frío intenso... En la subida, varios grupos de montañeros desaconsejaban llegar al vértice geodésico por el hielo y el mal tiempo existente. Un grupo de cuatro montañeros que a nuestro regreso se dirigían a la Tacita de Plata, con mapa en la mano y preguntando por dónde se iba a la misma, nos dejó preocupados. Comentaron que se dirigían al Lucero !!! Imagino que dentro de unos días tendremos noticias de su rescate en la prensa local.

Y esto es todo por el momento. Ahora a planificar nuestra próxima ruta. Un saludo especial a Jose Antonio Córdoba que no ha podido acompañarnos en esta subida a la Maroma.

Recorrido por la Prehistoria.

El viernes 5 de diciembre nos dirigimos a Huéscar, cabecera de la comarca más grande de la provincia de Granada. Hemos alquilado una casa rural en dicho pueblo que nos servirá de centro neurálgico para la ruta cultural que hemos elegido esta vez: el Museo de Prehistoria de Orce y el Yacimiento Arqueológico Castellón Alto, en Galera.

El Museo de Prehistoria de Orce se encuentra en el Palacio de los Segura, de estilo renacentista. De su patio interior emergen seis columnas de mármol que sostienen una espaciosa galería de madera de estilo castellano.

En el piso superior se recoge una colección de restos fósiles que evidencian la presencia humana en Orce hace, al menos, 1.3 millones de años, y, por tanto, el asentamiento humano más antiguo de Europa.

Hay diversos paneles informativos sobre la fauna de la época: mamuth, tigres dientes de sable, hiena gigante, oso, enormes ciervos... encontrándose expuestos molares, cráneos, cornamentas y un esqueleto semiincompleto de un mamuts, además de una reproducción del esqueleto de un tigre dientes de sable con aspecto terrorífico, entre otros muchos restos óseos de diversos animales.

En 1982 fue encontrado un fragmento de cráneo considerado la evidencia del primer poblamiento humano de Europa aunque en la actualidad y tras numerosos estudios, la comunidad científica se halla dividida, considerándolo, unos, como correspondiente a un humano y, otros, perteneciente a un équido joven o a un rumiante.

Los homínidos que habitaban hace 1.3 millones de años la región de Orce utilizaban las lascas en bruto; muy pocas piezas eran retocadas y transformadas en útiles.

Tras la visita al Museo de Arqueología visitamos la alcazaba árabe "Castillo de las Siete Torres", anterior al siglo XI. En él podemos ver en estos días una exposición de Dibujos y Manuscritos de Federico García Lorca. Poemas manuscritos como su "Verde que te quiero verde..." con los versos originales a su inicio, nos hicieron pasar un rato delicioso.

Y, después, decidimos visitar el manantial de aguas termales de Fuencaliente, a 2 km del pueblo, reconvertido en piscina municipal. Abundan los barbos y el agua está templada a pesar del tiempo frío del mes de diciembre.

Intentamos degustar la "Lata", plato típico de cordero con patatas a lo pobre, pero hay que encargarla el día antes. Dado lo cual nos "sacrificamos" con unas chuletillas de cordero y una botella de vino del terreno.

Y, por la tarde, nos vamos a Galera, a pocos km de Orce, para visitar el Yacimiento Arqueológico Castellón Alto, encuadrado en la Cultura del Argar (entre 1800-1600 a.C.). Sencillamente maravilloso. Una sensacional reconstrucción de la vida cotidiana y de la muerte durante los 200 años que habitaron la zona. Afortunadamente, y, a pesar de la amenaza de lluvia, hacemos un recorrido muy tranquilo aunque con una brisa fría, dada la altura. El valle del Río Galera se ve impresionante. La guía que llevamos nos habla viviendo lo que dice. Se encuentra en la zona desde el descubrimiento del yacimiento en 1983 y está bastante preparada.

Hay documentadas alrededor de 130 sepulturas, algunas de ellas con ajuares funerarios.








Las viviendas se edificaban con zócalos de mampostería sobre los que se alzaban paredes construidas con cañizo, ramaje y barro.


Y, el domingo, dejamos tanta cultura y nos dirigimos hacia los Collados de la Sagra. Encontramos nieve y pasamos un par de horas en batalla campal con bolas de nieve. No nos salvamos ninguno.

La vista de La Sagra, con sus 2.381 ms de altitud es magnífica. Lourdes y yo subimos a la cima el 1 de mayo de 1994 con un grupo de profesores del Instituto Juan de la Cierva. Una parte del grupo lo hicimos por "El Embudo", en la zona central, una especie de cañón estrecho con una gran pendiente. Hoy se ve bastante dificultoso el ascenso por ahí debido a la presencia probable de hielo. El resto del grupo realizó el ascenso por el este.

Nos da envidia sana contemplar, muy cerca de la cumbre, unas cuantas figurillas en la nieve. Nos gustaría estar entre ellos ahora. Programaremos la subida a la Sagra para el año próximo.

Muy cerca de aquí hay un bosquete de 18 secuoyas. Una de ellas pasa de los 70 ms de altura y su tronco tiene un perímetro que hace necesaria la presencia de 5 personas adultas para poder abrazarlo. Son árboles magníficos, de gran porte, con tronco rojizo y hojas escuamiformes.





Hay un par de troncos de secuoya cortados en el suelo. Contamos los anillos de crecimiento del más grueso y nos sale una edad de 88 años.




Y tras disfrutar de un día en plena naturaleza, nos vamos a almorzar al "Asador La Parra", junto al Embalse de San Clemente.





Mañana, lunes, saldremos nuevamente hacia Vélez-Málaga tras haber pasado unos días estupendos.



La próxima cita es el próximo sábado, día 13, en la Maroma. Haremos el ascenso por el Robledal ¡y con nieve!.

Cerro de la Torrecilla (Zafarraya).

1 de diciembre de 2008


Los hay con suerte de estar de vacaciones durante el mes de diciembre.


Así que tres miembros del Grupo Andax, hemos decidido salir a ver la nieve que hay en nuestras montañas. Y, para ello, hemos elegido un cerro situado en el poljé de Zafarraya: "La Torrecilla".


Se trata de una ruta suave pues se asciende desde los 900 ms. del llano hasta los 1.322 ms de la cumbre.


Dejamos el coche en la parte oeste de la base del cerro, junto al Cortijo de la O. Nos colocamos las polainas, los guantes, los gorros y las bragas de cuello; cogemos las mochilas y los bastones, y sin pensarlo más tiempo, comenzamos el ascenso hacia el pico. Hace frío aunque el día está prácticamente despejado y nos permite gozar de un paisaje que en pocas ocasiones se puede contemplar porque no todos los años cae tanta nieve como en este.


Subimos por una ladera pedregosa, hacia el este. Continuamente nos volvemos para observar la corona montañosa nevada que nos circunda. El Boquete de Zafarraya se ve magnífico limitado por la Umbría y Cerro Puerto.

Boquete de Zafarraya


Hace viento lo cual origina una sensación térmica de frío intenso. Avanzamos directamente por la cuerda, dejando el precioso encinar de la parte sur a nuestra derecha, junto a un bosquete de almendros. Hay poca vegetación en esta zona: algún gamón (Asphodelus aestivus), gordolobo (Verbascum boerhavii) y tomillo (Thymus vulgaris).


Nos hundimos en algunas zonas en nieve hasta 30 cm. Es genial estar pisando nieve y observar, al sur, el mar cercano.





Tras una hora y cuarenta minutos de paseo relajado, con múltiples paradas para hacer fotografías, llegamos a la caseta de la cumbre. Los cristales están indemnes (otras veces, algunos vándalos los han destrozado). Dentro hay una chimenea con algunos troncos preparados, una mesita y un par de sillas. Es muy acogedora después del frío que pasamos fuera. Saltamos una cerca para ir al vértice geodésico que se encuentra a unos 100 ms. Desde este punto vemos la cara norte de la Sierra Tejeda repleta de nieve, la Sierra de Loja con la pirámide del pico Caballón, la Torca, Marchamona, la Umbría y el Cerro Puerto. Y, mucho más lejano, el macizo de la Sierra de las Nieves.

El regreso lo hacemos siguiendo nuestras propias huellas de la subida aunque nos desviamos poco después hacia el encinar (Quercus rotundifolia) para saborear unas cuantas bellotas que están dulces y deliciosas.


En la cresta del Torrecilla




Caseta en la cumbre


En un punto de la carretera desde el Boquete de Zafarraya al Puente de Don Manuel nos detenemos para hacer fotos de la Sierra Tejeda. El Cerro Mojón y la Peña del Águila se ven impresionantes.






Magnífica vista del Cerro Mojón y Peña del
Águila, desde la base de la Mesa de Zalia.

EL PARAJE DE LA MÚSICA

Hoy vamos a hablaros de un grupo Folk muy especial: "El espíritu de Lúgubre". Grupo burgalés que entronca con la música más auténtica de nuestra madre naturaleza. Su último disco es "Folk ficticio" y vamos a tratar de enseñaros su música y su imagen.

Música nueva, de raiz, inspirada en las viejas tradiciones del mundo rural del norte de Iberia, pero creada para el público del siglo XXI. Así es el repertorio de "El espíritu de Lúgubre". Temas en castellano de gran calidad lírica y musical, directos frescos y potente, y ...

Mejor escucháis el tema que os proponemos: La increible historia de Kristina. (en youtube podéis escucharlos aunque con una calidad muy baja, pero en su página web si os lo podéis descargar.